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En esta sección intentaremos descubrir nuevas formas de evaluar más allá del típico y tradicional examen escrito donde se valora si se proporciona la solución correcta a un ejercicio, actividad o problema. Evaluar va mucho más allá. Evaluar no es calificar. Evaluar implica guiar, aconsejar, dirigir y ayudar a mejorar el aprendizaje. No se puede evaluar de forma puntual porque de esta forma sólo estamos obteniendo una información sesgada de lo que sabe el alumnado en un momento determinado. Un examen es una instantánea de lo que un alumno o alumna puede reproducir por escrito en un momento concreto sin considerar su entorno, contexto o estado emocional.

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Siempre he dicho que un examen no demuestra lo que sabes, sino lo que no sabes. Y quizá sabes muchas más cosas de las que te preguntan en un examen, pero alguien considera que no deben ser preguntadas y no se valora. 

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Intentemos abrir un camino hacia un universo de verdadera evaluación, que refuerce, informe y ayude al alumnado a mejorar su aprendizaje. Intentemos conseguir que evaluar no sea sinónimo de frustración, suspensos y aprobados.